Si hay alguien que puede opinar con garantías sobre la asignatura de
Religión y su profesorado (es decir, sin las habituales e interesadas
demagogias en las que suelen caer determinados partidos políticos y
organizaciones sociales) ese es Carlos Esteban Garcés. Durante veinte
años –ha dejado el cargo al inicio de este curso escolar- ha sido
director de la revista Religión y Escuela, un imprescindible referente y
una utilísima ayuda pedagógica para el profesorado de Religión.
En
la actualidad, Carlos Esteban es profesor titular universitario de
Pedagogía de la Religión y trabaja también en la Delegación Diocesana de
Enseñanza de Madrid. Tras participar en un curso para el profesorado de
Religión organizado conjuntamente por el Colegio Profesional de la
Educación y la Delegación Diocesana de Enseñanza de Madrid, ha tenido la
amabilidad de responder a estas preguntas que le hemos hecho desde la
Federación de Enseñanza de USO.
1. Desde determinados colectivos suele afirmarse de manera reiterativa
que la LOMCE mejora la situación de la asignatura de Religión. ¿Cuál es
tu opinión sobre la LOMCE y esta asignatura?
Así es, la opinión
publicada ha creado una opinión pública de que la LOMCE es una reforma
educativa dictada a la orden de la Conferencia Episcopal. Es un
estereotipo, como el de que se favorece a la enseñanza privada. Ninguna
de las dos ideas son ciertas.
La LOMCE era una reforma llamada a
mejorar la educación, ese es su nombre y su objetivo, pero existen
demasiadas dudas de que así vaya a ser. Se trata de una reforma
pragmática, liberal y economicista, donde todas las humanidades han
sufrido un auténtico recorte y, entre ellas, la Religión.
Desde
luego, de lo que no hay mucha duda es que la enseñanza de la religión no
está en mejores condiciones ahora de lo que estaba en la LOE, que era
igual que en la LOGSE.
Entiendo que cueste creer esta valoración,
pero de verdad que la preocupación por la clase de Religión en la LOMCE
es creciente y todavía no sabemos hasta dónde va a llegar.
2. ¿Cómo resumirías la nueva situación de la clase de Religión en el sistema educativo de la LOMCE?
Los
principales datos de cómo queda la enseñanza de la religión en la
LOMCE es que se mantiene en la LOMCE prácticamente como en la LOE, no
ha habido mejora alguna. Algunos datos que podemos tener en cuenta
serían
• Los horarios de Religión se han visto reducidos en
algunas Comunidades Autónomas ante la negativa del Ministerio de
Educación que debía regular un mínimo de horas en cumplimiento de los
Acuerdos Iglesia-Estado vigentes.
• La recuperación de la
evaluación de Religión sin excepcionalidad es un pequeño avance, pero
que no significa mucho porque la Religión no será objeto, en cuanto
materia específica, de evaluaciones externas.
• En
Bachillerato, la Religión está condenada a su desaparición al haberla
colocado como una optativa en un grupo de hasta doce asignaturas de las
los centros podrán elegir cuáles ofrecen.
• En Educación
Infantil, aunque la LOMCE prácticamente no ha cambiado nada y todo
sigue igual que en la LOE, se ha generado incertidumbre y dudas ante la
ausencia de explicaciones por parte del Ministerio de Educación.
•
El Ministerio de Educación no ha publicado en el BOE la renovación
del currículo de Religión Católica que presentó la Comisión Episcopal
de Enseñanza en diciembre de 2013. Esto también genera confusión en el
profesorado y en Inspección educativa.
3. La LOMCE, en la
configuración de las asignaturas, parece contraponer la asignatura de
Religión al aprendizaje de los Valores. ¿Qué le parece esta solución?
La
propuesta más novedosa de la LOMCE sobre la enseñanza de la religión
es la creación de una alternativa de Valores para quienes no cursen
Religión. Ahora se estudiarán Valores, es un aspecto positivo es sí
mismo.
Sin embargo, el dilema de elegir entre Valores y Religión no
es la mejor noticia posible. Puede generar en la sociedad la idea de
que los que quieren Religión no estudiarán valores y, a la inversa, los
que estudien Valores será casi en contraposición a la religión.
En
general, hubiera sido deseable un mejor planteamiento educativo sobre
el hecho religioso y también sobre la dimensión ética y de valores.
Este planteamiento, aún siendo diversos ámbitos, puede realizarse de
manera complementaria y se articularía un área curricular con esos
contenidos que podría ser una mejor solución.
Mi valoración final sobre esta cuestión que planteas es que la nueva alternativa de Valores es una mejora, pero no una solución.
4. ¿Mejora la situación laboral del Profesorado de Religión con la LOMCE?
La
situación laboral del profesorado de Religión, en términos legales, no
ha cambiado, la LOMCE no ha modificado la Adicional Tercera de la LOE
que la regula. En consecuencia, se mantiene la misma situación de
contratación indefinida que arrancó en 2007 con el Real Decreto que
desarrolló la citada Adicional Tercera de la LOE. Otra cosa es que la
aplicación de las novedades de la LOMCE a la hora de fijar los horarios,
tanto en las Administraciones educativas como en los propios centros,
pueda suponer una pérdida de horas.
5. ¿Es verdad que, en algunas Comunidades Autónomas, están perdiendo horas de su jornada laboral?
Sí,
como hemos dicho, la LOMCE deja en manos de las Comunidades Autónomas,
la concreción de los horarios lectivos, también de los centros. Pero
habría que denunciar que la Administración central tiene una competencia
sobre los horarios mínimos de la clase de Religión que no puede
transferir, y es fijar los mínimos para dar cumplimiento a su compromiso
de que las clases de Religión sean equiparables a las de las materias
fundamentales. Ese es el compromiso que adquirió democráticamente el
Estado en sus Acuerdos internacionales con la Santa Sede y que ahora no
cumple.
En consecuencia, las Comunidades Autónomas están definiendo
los horarios de Religión sin un criterio de que sea fundamental o no.
Y, por ejemplo, Andalucía y Canarias han fijado 45 minutos por curso
para la Religión, lo cual supone una reducción del 50% respecto al
horario LOE. Y lo hacen siguiendo el ejemplo del Ministerio de
Educación que en el territorio de su competencia lo hizo así primero.
Sumarios:
“La
LOMCE es una reforma pragmática, liberal y economicista, donde todas
las humanidades han sufrido un auténtico recorte y, entre ellas, la
Religión”.
“El dilema de elegir entre Valores y Religión no es
la mejor noticia posible. Puede generar en la sociedad la idea de que
los que quieren Religión no estudiarán valores y, a la inversa, los que
estudien Valores será casi en contraposición a la religión. En general,
hubiera sido deseable en la LOMCE un mejor planteamiento educativo
sobre el hecho religioso y también sobre la dimensión ética y de
valores”.